Cuando la Reserva Federal, el banco central del país, comenzó a bajar los intereses a partir de septiembre del año pasado, me llamaron muchos clientes que querían saber si podían refinanciar a intereses fijos de 30 años más bajos ya que habían visto en las noticias que los intereses habían bajado.
Lamentablemente, en la mayoría de los casos la respuesta fue "no" ya que la tasa que bajó fue la tasa prime.
La tasa prime, es una tasa variable que no tiene nada que ver con las tasas de interés fijas por 30 años.
Hay dos tipos de tasas de interés: fijas y variables y no siempre bajan o suben al mismo tiempo.
Toda tasa de interés que no estará en efecto por toda la duración del préstamo, se considera una tasa variable.
La tasa que se aumenta o reduce por la Reserva Federal es la Tarifa de Fondos Federales conocida en inglés como la federal funds rate.
Ya aplicada a préstamos de consumidores la conocemos como tasa prime y es una tasa variable.
Esta tasa variable, como muchas otras, nos afecta a nosotros como consumidores porque la mayoría de instituciones financieras utilizan tasas variables como referencia para determinar los intereses que nos van a cobrar en tarjetas de crédito, préstamos de estudiantes y líneas de crédito, entre otras transacciones financieras.
Los bancos utilizan tasas variables como referencia porque reflejan de una manera relativamente directa el estado de la economía a corto plazo.
De ahí su nombre: tasas variables, ya que se mueven constantemente ajustándose junto con la economía.
Hay muchos tipos de tasas variables que como el prime, están ajustándose constantemente.
Unas cambian mes con mes, otras cada seis meses, y otras cada año o cada tres años.
Las tasas variables tienen en común el hecho de que finalmente cambiarán.
Generalmente, mientras más largo es el periodo en el que la tasa no cambia, se vuelve más cara.
Es decir, una tasa de interés que se ajusta una vez cada tres años, usualmente va a ser más cara que una que se ajusta cada mes.
Cuando estés planeando obtener un préstamo hipotecario, las tasas variables únicamente son recomendables cuando el objetivo es financiar por muy poco tiempo.
Como la mayoría de consumidores planeamos pagar nuestra casa en 20 o 30 años, no es recomendable comprar casas con hipotecas de intereses variables.
De hecho, muchos culpamos a este tipo de préstamos por el problema por el que el mercado de bienes raíces está atravesando actualmente.
Como los intereses variables reflejan el estado de la economía a corto plazo, no tienen un efecto directo con las tasas de interés fijas que tienen efecto a largo plazo.
Fue por este mismo motivo que tuve que responderle a mis clientes que querían refinanciar a intereses fijos más bajos en septiembre que no podían conseguirse tasas fijas por 30 años más baratas, ya que el hecho de que bajaran el prime, un interés variable, no significó que las tasas fijas habían bajado.
De hecho, históricamente, cuando la tasa variable prime en particular ha bajado drásticamente, ha tenido efectos negativos en las tasas de interés fijas provocando que suban.
Así que como puedes ver, el que la Reserva Federal baje la tasa de interés, no siempre significa que las tasas fijas van a bajar, y a veces inclusive puede provocar que las tasas fijas a largo plazo suban.
Recuerda que la información es la clave para tomar cualquier decisión. Cuando estés preparándote para una compra mayor como la de una casa, infórmate y prepárate primero.
Los préstamos de casas son muy grandes y duran mucho tiempo, así que pequeñas diferencias en tu préstamo hipotecario hacen grandes diferencias en el costo total de tu compra.
David Noli es presidente de una empresa dedicada a bienes raíces. Es el conductor del programa La verdad sobre bienes raíces, los sábados de 1:30 a 2:30 p.m., por Radio Hispana 1470 AM. Sugerencias al (619) 293.1039 o a editorial@mienlace.com.
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